Cuando la poesía se convierte en terapia

Los talleres grupales de poesía pueden tener un efecto muy positivo en el tratamiento de las personas con problemas de salud mental. Les permiten autoconocerse y expresar emociones complejas, como la angustia, la tristeza o el miedo, pero también la alegría. Además, mejoran su autoestima, al crear algo propio —un poema— y trabajarlo y compartirlo en grupo.

En Fundación Hospitalarias, creemos en una visión integral y holística de la atención sociosanitaria, que pone a la persona en el centro y reconoce el valor terapéutico de las actividades creativas y expresivas.

Anna Aguilar-Amat, doctora en lingüística, poeta y voluntaria en la Fundació Hospitalàries Barcelona Nord explica que “la poesía establece un vínculo con el subconsciente y es una terapia”. Cuando comenzó su voluntariado, Anna quiso contribuir desde lo que mejor sabe hacer: escribir. Y decidió iniciar un taller de escritura con personas usuarias de los centros de salud mental, donde les ayuda a crear sus textos.

El resultado le sorprendió gratamente: un caleidoscopio de textos originales y llenos de inteligencia, sensibilidad y libertad, muy alejados de las restricciones de los tópicos literarios a los que se acostumbra en este ámbito.

Por eso, les animó a plasmarlo en la exposición “Poemas peinados”, que permanecerá abierta al público del 1 al 30 de abril de 2025 en Casal de la Gent Gran d’Horta (C/ Feliu i Codina, 43, Barcelona), un espacio que busca dar voz a las personas con problemas de salud mental y contribuir a la lucha contra el estigma mediante la palabra y la creación literaria. La muestra cuenta también con la colaboración de varios artistas de la fotografía, que han creado las imágenes que acompañan a las piezas literarias.

“El lector que no es habitual de la poesía conectará muchísimo con estos poemas. A veces parece que la poesía es cosa de personas muy formadas e instruidas, pero no es así porque la poesía es sensibilidad y honestidad”, explica Anna. “La poesía es de todos, todos somos de alguna manera poetas”.

El beneficio de los talleres de poesía ha sido recíproco, pues el trato cercano con personas con problemas de salud mental ha abierto su mente a nuevas perspectivas. Ha conocido un colectivo que desconocía, su manera de ser y de expresarse. Y, aunque ella quería ayudar, cree que al final la ayudada ha sido ella por todo lo que le han enseñado.

“Aceptan con un agradecimiento total que una persona que no está vinculada laboral ni familiarmente venga a pasar tiempo con ellos. El ambiente es de alegría y de aceptación total”, concluye.

El poema de Camilo

Doy gracias por el tiempo lluvioso del fin de semana.
Doy gracias por el amanecer
por estar despierto cada día a las siete.
Doy gracias por la salud y lo vivido.
Gracias por mi mascota, que mueve la cola al verme.
Gracias por el trabajo seguro, bien pagado y
a media jornada (que pronto tendré).
Gracias por la consola de videojuegos que
voy a comprar con el salario que tendré;
por el centro comercial y el perfume.
Gracias por las personas que me escuchan,
por el atardecer, que me escucha,
por la conversación con las gotas de lluvia.
Gracias a los que van a leer este texto.
Yo, desde aquí, los escucho.

 Camilo, usuario de salud mental de Fundació Hospitalàries Barcelona Nord.

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