El domingo 14 de mayo, la Iglesia española bajo el lema “cuida de él” pone fin a la campaña del enfermo (iniciada el 11 de febrero), con la celebración de la Pascua del enfermo, recordándonos que somos llamados a ser portadores de esperanza a cuantos sufren por la enfermedad, sin olvidarnos de cuantos cuidan a los enfermos. Una jornada a la que nos unimos desde Hermanas Hospitalarias.
Con motivo de esta celebración, los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social en su mensaje destacan que el enfermo en la cultura del descarte viene afectando a todo aquel que no es rentable ni favorece el bienestar, y particularmente a las personas mayores. Así lo reconoce el Santo Padre, el Papa Francisco, en la carta encíclica “Fratelli tutti”: “sucedió con las personas mayores en algunos lugares del mundo a causa del coronavirus. No tenían que morir así. Pero en realidad algo semejante ya había ocurrido a causa de olas de calor y en otras00 circunstancias: han sido cruelmente descartados”[1]. Tenemos que aprender de esta lección la importancia del cuidado y de la compasión de los mayores para no repetir ese descarte. Es particularmente necesario y urgente no abandonar a quienes añaden a la enfermedad el peso de los años. Por ello, en la Campaña del Enfermo de este año 2023, hemos querido poner el acento en la importancia del cuidado de los mayores y nos proponemos de nuevo “dejarnos cautivar por su rostro desgastado” para tener sobre ellos una mirada “según el estilo de Dios, que es cercanía, compasión y ternura”[2].
Como comunidad hospitalaria y como protagonistas de hospitalidad, sentimos también está llamada a ser presencia, a ser misericordia, a ofrecer cuidados, a ser posadas del buen samaritano.
Feliz Pascua del enfermo a todos los que día a día os dedicáis a acompañar el sufrimiento.