La Clínica San Miguel de Hermanas Hospitalarias ha clausurado la celebración de su 75 aniversario coincidiendo con el Día Mundial de la salud mental. Para cerrar este aniversario se ha organizado una jornada con pacientes, familias junto al resto de la comunidad hospitalaria donde el Doctor José Antonio Larraz, Director Asistencial y Educativo de Hermanas Hospitalarias ha reflexionado sobre cómo ha evolucionado a lo largo de los años el diagnóstico en salud mental hasta llegar a ser “un diagnóstico para la esperanza”.
Sor Aurelia Cuadrón, Superiora de la Clínica San Miguel, fue la encargada de abrir un acto en el que también participó Dña. Cristina Polidura, Gerente de la Clínica, y que contó con la presencia de la famosa presentadora de televisión Mariló Montero.
El Doctor Larraz comenzó su ponencia explicando cómo para cualquier paciente el diagnóstico supone un momento crucial máxime en salud mental donde, en muchas ocasiones, implica pasar de una situación de normalidad, en cuanto a actividades, relaciones, expectativas de futuro etc. a un contexto, en que la vida cambia en gran medida en todos sus órdenes, tanto para la persona como para su entorno familiar. Además, en este caso, el diagnóstico puede tener repercusiones no sólo clínicas sino jurídicas, administrativas, etc.
También reflexionó sobre cómo hace unos años el médico emitía un diagnóstico basado en una sintomatología, mientras que hoy lo primordial es identificar cuál es la patología específica y darle un “nombre” concreto. Todo en aras a un diagnóstico más científico y que se pueda ajustar mejor a un tratamiento psicofarmacológico específico. Según el Dr. Larraz, esto nos hace plantear que hoy lo fundamental está en cómo se comunica todo lo que hay detrás de ese “nombre”, que no es poco. Y es que, el fin último del diagnóstico siempre debe ser buscar el bien de la persona; por ello, en un momento tan decisivo para el paciente y su familia, tenemos que ser capaces de trasladar un “diagnóstico para la esperanza”.