Queridos todos:
Cómo deseo compartir con vosotros la alegría y el agradecimiento en este día, fiesta de la Hospitalidad. Y precisamente en este tiempo convulso que estamos viviendo en un contexto de aislamiento, de enfermedad, de muerte, donde nuestras relaciones se han visto limitadas y fracturadas por esta terrible pandemia.
Estamos experimentando el cansancio y el dolor, el silencio y la impotencia ante situaciones que nos desbordan. En medio de todo esto sentimos la fuerza para seguir adelante mediante el apoyo y la cercanía de tantas personas que estáis ahí alargándonos la mano para seguir el camino sin desfallecer. Sois los samaritanos de hoy que no pasáis de largo ante las necesidades de los hermanos, atentos a socorrer, a cuidar, a levantar el ánimo y la esperanza, a saber acompañar y estar cerca de quien se siente solo y abatido.
Todo esto no son solo palabras sino hechos concretos, gestos hospitalarios que en estos días se multiplican en las distintas realidades de nuestros entornos hospitalarios y que a través de las redes sociales se difunden y percibimos el eco y la fuerza de arrastre y de contagio que tienen.
Este es nuestro estilo, la manera de ejercer el servicio hospitalario que nos enseñó Benito Menni, el profeta de la hospitalidad, el hombre que amó y vivió la compasión con sus semejantes, el santo de Dios que pasó haciendo el bien a los enfermos y buscó incansablemente hacer en todo el querer de Dios, porque en su corazón ardía el fuego de la caridad.
Nosotros hoy, en su fiesta, lo invocamos y le pedimos que nos contagie su coraje y valentía para continuar realizando el servicio hospitalario con quienes nos necesitan, “haciendo bien el bien” a todos. Y que la Congregación que él fundó siga dando, a través de cada uno de nosotros, frutos de sanación en el mundo.
Quiero agradecer a todos, el esfuerzo que estáis realizado en estos momentos especiales y de tanta complejidad:
- A vosotros especialmente colaboradores que no escatimáis horas ni tiempos, y que arriesgáis tantas veces la salud.
- a las hermanas que con vuestra presencia cercana y vuestra oración sois apoyo constante y referencia de Hospitalidad.
- a los voluntarios por el apoyo valioso que ofrecéis.
- a los residentes y usuarios porque tantas veces nos dais ejemplo de cordura, de sensatez y de comportamiento ante las medidas establecidas.
- a vosotros familiares porque desde la distancia seguís estando ahí y ofrecéis comprensión.
- a tantos bienhechores por vuestra generosidad y solidaridad.
- a vosotros laicos, gracias porque seguís siendo luz y sal en medio de nuestro mundo hospitalario.
Os aseguro que entre todos vamos a hacer frente a este mal que nos aqueja y no vamos a rendirnos. Todos juntos, HermanosMásQueNunca, seguiremos el camino animados por la consigna de nuestro Padre Fundador: ¡Adelante, siempre Adelante!
¡Feliz día para todos!
Un abrazo hospitalario para cada uno.
Matilde Porras, Superiora provincial
Os dejamos también aquí el mensaje de Anabela Carneiro, Superiora general