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Conchita Peña en una entrevista sobre atención integrada social y sanitaria en Fundación Hospitalarias

“Tenemos que ir un paso más allá y poner el foco en la innovación de los procesos asistenciales en la atención integrada social y sanitaria”

Conchita Peña es la nueva Directora de la Línea Social de la Fundació Hospitalàries en Cataluña y desde su nueva responsabilidad impulsará proyectos en los que confluyan la intervención sanitaria y social de nuestros cinco centros en el territorio. Hablamos con ella sobre su nueva posición y el futuro de esta nueva línea social. ¿Qué es lo que lleva a una entidad como Fundación Hospitalarias a apostar por esta nueva Línea Social en Cataluña? La creación de esta línea es una apuesta estratégica de la institución, que surge de la necesidad de fortalecer los procesos de atención y recuperación de las personas desde una perspectiva de participación social y desarrollando nuevos servicios que propicien esta orientación. También es un propósito de apertura hacia las nuevas realidades sociales y las nuevas formas de pobreza para incorporarlas en la misión de la organización de manera efectiva. Una línea social transversal y específica enmarcada en una posición estratégica, favorecerá un impulso de la actividad asistencial de la Fundación en Cataluña, donde el contexto actual está más orientado a la sanitarización, es decir, a la gestión de los problemas sociales principalmente desde el ámbito sanitario. ¿Cuáles van a ser las prioridades de esta Línea Social? ¿Hay algún ámbito en el que queráis poner un foco especial? En el ámbito de la rehabilitación hay una apuesta clara de la organización por impulsar la rehabilitación laboral de las personas con discapacidad intelectual. Desde los valores de la Fundación es importante trabajar para la reinserción social de este colectivo y que el proceso asistencial no finalice únicamente con la rehabilitación del proceso clínico. Otro ámbito de especial relevancia es colaborar en la trasformación del modelo residencial para personas con discapacidad intelectual a unidades de convivencia, definiendo una estrategia que permita replicar el modelo de éxito del centro de Caldas de Malavella en otros municipios de Catalunya y conseguir los acuerdos de colaboración necesarios de la administración en el ámbito social. Uno de los valores diferenciales de la Fundación es la combinación de intervención sanitaria y social, ¿qué tienes pensado en este sentido para la Línea Social? Creo que es un buen comienzo para impulsar la Línea, pero necesitamos ir un paso más allá y poner el foco en la innovación de procesos asistenciales desde la perspectiva del modelo de atención integrada social y sanitaria que se está impulsando en Cataluña. Este modelo se basa en la capacidad de las administraciones y las organizaciones en ponerse de acuerdo para abordar conjuntamente las situaciones donde la complejidad social y la sanitaria son concurrentes. Desde esta perspectiva, la atención integrada social y sanitaria es una apuesta clara para la mejora de la atención centrada en la persona, especialmente en el cuidado de personas con problemas de salud mental donde la enfermedad impacta directamente en el entorno y en su capacidad de participación social. Desde la dirección de la Línea Social desarrollaremos proyectos junto a la red de servicios sociales municipales, los servicios de salud y otros actores de los territorios del área de influencia de nuestros centros. Uno de los principales retos de Fundación Hospitalarias es la integración laboral de nuestros usuarios, ¿cómo se trabajará desde la nueva Línea Social para facilitar su acceso al empleo? Como organización, la Fundación Hospitalarias quiere desarrollar un proyecto potente en este ámbito. Desde la Línea Social contribuiremos al impulso a nivel estatal, pero, sobre todo, desarrollaremos con las tres unidades de gestión el proyecto transversal en Catalunya. El objetivo es favorecer la creación de un centro especial de empleo y otros dispositivos orientados a la inclusión laboral y ocupacional de nuestros usuarios. Y, al mismo tiempo, ofrecer los servicios a otras entidades que también atienden estos colectivos para lograr un mayor alcance de la acción. Es un proyecto ambicioso con proyección de crecimiento a largo plazo, que tiene mucha coherencia en el contexto de los valores de nuestra organización. Últimamente estamos hablando mucho de la atención intermedia como alternativa a la hospitalización o como puente entre distintos niveles de atención, ¿qué papel ocupará esta atención en la Línea Social? La transformación de la larga estancia hacia el modelo de rehabilitación y proyecto de recuperación de vida es inconcebible si no se incluyen los factores de vulnerabilidad social en los procesos de reconversión del modelo. Uno de los grandes retos está en encontrar alternativas habitacionales a la institucionalización para personas con patología mental grave que llevan años en las unidades. Para ello, desde la dirección de la Línea Social impulsaremos no solo estos recursos, sino también un proceso de evaluación individual de los casos para garantizar la protección de los derechos de las personas vulnerables en este proceso. Llegas a esta posición con una trayectoria consolidada en el ámbito sociosanitario, ¿qué te motiva especialmente de este nuevo reto? Soy trabajadora social y siempre he trabajado en el ámbito de la salud, por lo que me considero trabajadora social sanitaria y, por tanto, asistencial. He desempeñado diferentes roles profesionales y posiciones en el sistema de salud que me han permitido conocerlo muy bien en todos sus niveles de atención. Me considero una privilegiada por haber tenido la oportunidad de haber influido en la importancia de incorporar la intervención social en los procesos de salud, así como aportar la importancia de los determinantes sociales de la salud en los procesos de reflexión bioética, derechos de la ciudadanía y calidad y seguridad de paciente. Pero al final, todo este conocimiento requiere poder aplicarlo no únicamente a nivel operativo, sino también en la planificación y estrategia en un marco de desarrollo amplio, que es la posibilidad que me ofrece la Fundación Hospitalarias. Además, el ámbito de aplicación del proyecto, la salud mental y la discapacidad intelectual, constituyen para mí un reto profesional con oportunidades de nuevos aprendizajes y de poder seguir contribuyendo desde mi bagaje profesional a una atención integral. Finalmente, el objetivo final de la institución, el sentido de su hacer, convergen con los valores propios éticos del trabajo social, por lo que cobra sentido para mí.