El Servicio de Autonomía Personal está diseñado para ofrecer apoyo y fomentar la autonomía en personas con discapacidad intelectual de diferentes edades, desde 0 a 6 años y de 7 a 65 años, para que puedan tomar decisiones sobre su propia vida y realizar tareas cotidianas. Se busca, así, fomentar la inclusión social y evitar el sedentarismo.
El programa tiene como objetivo fomentar las habilidades psicosociales de las personas usuarias, el desarrollo de sus capacidades cognitivas y la mejora de la motricidad y aspectos físicos que fomenten hábitos saludables. Para ello, se enseñan las habilidades y herramientas necesarias para que puedan gestionar su vida. Todo ello se lleva a cabo de acuerdo a las fortalezas, necesidades y capacidades de cada persona, desde nuestro enfoque de la atención centrada en la persona, y se promueve el aprendizaje positivo, focalizado en los logros y la superación.
Las intervenciones se realizan de forma individual o grupal. En las sesiones individuales, se trabajan los objetivos individuales de cada persona usuaria y aspectos más concretos como los aspectos ocupacionales o laborales, comportamientos en el hogar, actividades de ocio fuera del centro, etc. Por su parte, en las intervenciones grupales se l actividades de estimulación cognitiva, habilidades sociales, manualidades, actividad física, debate y cultura, etc., adaptado a cada grupo.
El Servicio cuenta con diferentes grupos de trabajo creados en función de las características y necesidades de cada una de las personas que lo conforman, además de su edad:
- Grupo de discapacidad intelectual leve-moderada.
- Grupo de discapacidad intelectual moderada-grave.
- Grupo de discapacidad física.
- Cognitivos: se trabajan las principales funciones cognitivas, como la atención, el lenguaje, la memoria, las funciones ejecutivas (razonamiento, abstracción, planificación, etc.), así como las funciones visoperceptivas, visoespaciales y visoconstructivas. Estas habilidades se desarrollan mediante tareas con papel y lápiz, juegos interactivos y actividades manipulativas.
- Emocionales: se enseña a las personas usuarias a reconocer e identificar sus emociones, así como a gestionar o controlarlas. Además, se busca mejorar el autoconcepto, la autoestima y la tolerancia a la frustración.
- Comportamentales: las personas usuarias aprenden a convivir con los demás y a desenvolverse adecuadamente en la sociedad, respetando normas e implementando hábitos de vida saludables, como una alimentación equilibrada, un buen descanso y un uso adecuado del ocio y el tiempo libre.
- Sociales: se lleva a cabo el aprendizaje o entrenamiento en habilidades sociales, gestión de conflictos y otros aspectos que favorecen un ajuste social adecuado, así como el establecimiento y mantenimiento de vínculos sociales. Se trabaja en escucha activa, empatía, solidaridad, asertividad y autocontrol, con el fin de evitar situaciones de aislamiento.
- Funcionales: se realizan ejercicios enfocados al desarrollo, mantenimiento y mejora de las actividades de la vida diaria, promoviendo la autonomía personal en actividades básicas de la vida diaria, instrumentales y avanzadas. Las actividades incluyen el uso de nuevas tecnologías, la gestión del dinero, y tareas domésticas como cocina, limpieza y compras, con el objetivo de promover la independencia.
- En primer lugar, antes de proceder con el alta en el servicio, se realiza una entrevista con las personas usuarias y, en la mayoría de los casos, con sus familiares de referencia o tutores. Durante esta entrevista, se recogen los aspectos más relevantes, como el tipo y grado de discapacidad, así como su estado en áreas cognitivas, emocionales, comportamentales, sociales y familiares. Esta información sirve como base para establecer los objetivos iniciales y asignar al usuario a un grupo de trabajo adecuado.
- En segundo lugar, una vez que la persona usuaria lleva al menos tres meses, se realiza una valoración que se incluye en el Plan de Atención iIdividualizado (PAI). Este documento define los objetivos a alcanzar durante el año y las acciones específicas para lograrlos. Para establecer estos objetivos, se llevan a cabo valoraciones tanto cualitativas como cuantitativas, utilizando diversos test y herramientas de evaluación.
- Por último, las intervenciones se llevan a cabo de manera individual o grupal. En las sesiones individuales, se abordan los objetivos establecidos en el PAI de cada persona, además de aspectos más específicos como habilidades ocupacionales o laborales, comportamientos en el hogar y actividades de ocio fuera del centro. Por otro lado, en las intervenciones grupales, se implementan los programas del servicio (estimulación cognitiva, habilidades sociales, manualidades, actividad física, debate y cultura, entre otros), adaptados al nivel y las necesidades del grupo.
Proporcionar apoyo continuo para ayudar a las personas usuarias a superar barreras y adquirir habilidades que les permitan mejorar su calidad de vida en su entorno diario y lograr una integración plena en la comunidad, fomentando la independencia y la participación activa en la sociedad.