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Fundació Nou Camí: 35 años acompañando a personas con problemas de salud mental y discapacidad

La Fundació Nou Camí nació en 1990 con el objetivo de ofrecer servicios de tutela a personas con problemas de salud mental y discapacidad que vivían en nuestros centros de Cataluña. Actualmente, aunque ya no existe el concepto de “tutela”, debido a una reforma legal que busca promover la autonomía y los derechos de las personas con discapacidad en España, la Fundació Nou Camí sigue trabajando con las personas usuarias de nuestros centros que necesitan medidas de apoyo, ofreciendo servicios de acompañamiento integral y seguimiento social.

Este miércoles la Fundació Nou Camí celebró su 35º aniversario a través de la jornada “Vivir, Decidir, Participar: El camino hacia la comunidad”.

Durante la jornada, diversas entidades, profesionales de referencia y personas con experiencia en primera persona abordaron temáticas de plena actualidad, como el apoyo a la capacidad jurídica, la desinstitucionalización y la inclusión comunitaria de las personas con discapacidad.

Después de una cálida bienvenida, a cargo de Lourdes Bernal, directora de la Fundació Nou Camí, el acto fue presentado por José María Peña, vicepresidente del Patronato de la Fundació Nou Camí, quien expresó como "tenemos una oportunidad para mirar atrás y ver que el camino de la Fundación es el fruto del esfuerzo para encontrar nuevos caminos al modelo de atención en salud mental".

A continuación, Aurora Amador, responsable de la Unidad de Trabajo Social de la Fundació Hospitalàries Sant Boi, ofreció una ponencia sobre la evolución de las medidas de apoyo a la capacidad jurídica, exponiendo que “debemos escuchar a las personas con discapacidad para saber sus deseos y preferencias” y marcando retos de futuro, como “la atención centrada en la persona y en el modelo de recuperación QualityRights”.

La primera mesa redonda, moderada por Victòria Monell, presidenta de la Asociación Encaix, giró en torno a las medidas de apoyo y el acompañamiento dentro de un marco más humano y más digno. María Guerrero, referente de apoyo de la Fundació Nou Camí, explicó cómo "hemos pasado de un modelo paternalista a uno de autonomías, y este cambio a veces sorprende a partes de la sociedad cuando tenemos que hacer ciertos trámites sanitarios, judiciales, policiales...".

Durante la mesa, se recalcó la importancia de la figura del trabajador social en muchos aspectos, entre ellos, la posibilidad de compartir e informar de los recursos a disposición de la ciudadanía con vulnerabilidad y/o discapacidad. Carmen Marfà, usuaria de la Fundació Nou Camí, explicaba: "Yo no tenía conocimiento de todos los recursos que tenemos los mayores. La trabajadora social me ayudó a encontrar personas que me ayudasen a hacer la limpieza, a buscar una casa acondicionada (antes vivía en un 4º sin ascensor)... Debemos tener más difusión para que las personas mayores sepan todo lo que podemos hacer".

El Dr. Josep Tresserras, secretario de DINCAT, federación de entidades por la defensa y el ejercicio pleno de los derechos de las personas con discapacidad intelectual y de sus familias, y AESS; expresaba la necesidad de que sea ahora la sociedad quien “entienda que la persona con discapacidad tiene dignidad porque es persona. Es una mirada que se había perdido por el paternalismo o la tutela". E incidía en una nueva herramienta, el DAS, para que los profesionales, familias y personas con discapacidad expresen qué soportes necesitan. Por su parte, Iván Cano, responsable de Derechos e Incidencia de Salud Mental Catalunya, reafirmó la necesidad de cambiar el relato: "Todavía hay un relato de control y de coerción. Debemos sistematizar las buenas prácticas y el acompañamiento".

La segunda ponencia de la jornada, “Estrategias para la desinstitucionalización y la inclusión comunitaria", a cargo del Dr. Josep Tristany, director del Plan Director de Salud Mental de Cataluña, apuntó al futuro en la reconversión y la desinstitucionalización: “Un hospital no es un lugar de vida y no debe haber personas viviendo en los hospitales. Se ha iniciado un proceso de reconversión para transformar el funcionamiento de los recursos de larga estancia en salud mental para poder atender a las personas de alta complejidad en la comunidad para favorecer su recuperación y su proyecto de vida”.

En este mismo sentido, la mesa redonda "De la institución a la comunidad: retos y oportunidades en la inclusión de las personas con discapacidad", moderada por Enric Arqués, presidente del Foro de Salud Mental y Adicciones, se centró en el reto de la reinserción comunitaria de las personas usuarias de salud mental, especialmente en las personas que llevan mucho tiempo hospitalizadas. En esa línea siguió David Juanes, coordinador del Área de Rehabilitación en Salud Mental de la Fundació Hospitalàries Martorell: "Hay veces que la larga estancia hace más daño que bien. Si el tratamiento se alarga más de lo necesario, se generan problemas". Por último, David Salgado, coordinador del servicio de asesoramiento y vivienda de la Fundació Nou Camí explicó que los servicios de salud mental tienen "un doble papel: sostener la vida de las personas y activar los recursos, atendiendo a la diversidad, la alta complejidad, etc."

La vivienda, aún más en zonas tan tensionadas como las zonas metropolitanas, es un factor clave para la recuperación y los derechos de las personas. Como apuntaba Dª. Lourdes Borrell, Directora de Programas e Innovación Social de la Fundación Hábitat3, “todavía hay resistencia y estigma en cuanto a la vivienda social. Cuando está en nuestro edificio no nos hace tanta gracia". Por otra parte, también se detectan situaciones de fragilidad emocional sin vinculación a tratamientos de salud mental. "Tener una vivienda es un cambio muy profundo. Sin embargo, ofrecer vivienda no es suficiente para que la situación se resuelva del todo. Por eso, se les proporciona ayuda profesional para acompañar a la persona, para que resuelvan todos los aspectos de su vida (laboral, adicciones,...), siempre respetando la voluntad de la persona", añadía el D. Eduard Rafel, director de programas de vivienda individual (Housing First) de Sant Joan de Déu. En este sentido, los usuarios lo tienen claro: “la empatía es fundamental para conseguir la inserción en la comunidad. Necesitamos tener voz y que se nos escuche, que nadie se quede solo. Todos formamos parte de la comunidad y todos somos importantes”, explicaron Oscar y Xavier.

Para concluir la jornada, el Dr. José Antonio Larraz, psiquiatra y director del Área asistencial y educativa de la Fundación Hospitalarias, dedicó unas palabras a la lucha contra el estigma y la atención centrada en la persona: “un aspecto clave en todas las actividades relacionadas con las personas es el vínculo, que es clave para que nuestros consejos sean aceptados. La imposición no es una buena manera de fomentar un vínculo. Pero el estigma sigue siendo una gran dificultad para desarrollar los recursos comunitarios".

La jornada fue clausurada por José Román, actual Presidente del Patronato de la Fundació Nou Camí, quien resaltó la importancia de la reinserción a través de servicios como Mennintegra't, un centro especial de empleo de la Fundación Hospitalarias que facilita la inserción laboral y comunitaria de las personas con problemas de salud mental, uno de los colectivos con la tasa de desempleo más alta en el ámbito de la discapacidad.