La unidad de ingreso ofrece atención especializada a personas adultas con discapacidad intelectual en diferentes grados —leve, moderado o grave— que atraviesan situaciones de descompensación, crisis o vulnerabilidad que requieren una intervención intensiva y temporal.
Nuestro objetivo es proporcionar un entorno seguro y terapéutico donde la persona pueda estabilizarse, recuperar su bienestar y retomar su proyecto de vida con el mayor grado posible de autonomía. Trabajamos con un enfoque integral y centrado en la persona, acompañando al paciente y a las familias durante todo el proceso.
El ingreso está orientado a la evaluación, contención y diseño de un plan de atención individualizado que permita una continuidad adecuada de los cuidados tras el alta en la unidad, ya sea en el entorno comunitario o en dispositivos de apoyo.
La unidad cuenta con un equipo multidisciplinar con amplia experiencia en salud mental y discapacidad intelectual, que trabaja de manera coordinada con los recursos sociales y sanitarios del territorio para asegurar una atención de calidad.
Personas adultas con discapacidad intelectual en grado leve, moderado o grave, que presentan una situación de descompensación clínica, trastorno de conducta o crisis psicosocial que requiere una intervención intensiva en régimen de ingreso temporal.
Crear un entorno seguro y terapéutico que permita estabilizar la situación clínica y emocional de la persona